Durante todo este tiempo he aprendido que el diario vivir se debe de llevar bajo tres parámetros uno de ellos es aprender de tus buenos y malos momentos para poder crear sabiduría, el segundo es saber quitar y eliminar las barreras que se nos presentan en la misma, eso nos hace formar un carácter apto para poder librar las dificultades que se nos presentaran más adelante y el tercero pero no menos importante es que he experimentado que la vida es un ciclo extremo queramos o no, en los diferentes contextos, en las diferentes situaciones con o sin discapacidad la vida es extrema, todo está al límite, todo se maneja con adrenalina algunos más pasivos que otros, todo se alimenta de una cierta velocidad, pero sobre todo esta la gracia, el poder y la iluminación de nuestro Señor Jesucristo para poder llevar nuestras vidas al extremo y al límite bajo su mano que cada día nos levanta una y otra vez más.
Pero la vida no solo es deportes, como muchas otras personas también trabajo, actualmente laboro para la alcaldía municipal de Santa Tecla, como autogestor de los derechos de las personas con discapacidad en la que a través de mi testimonio de vida en constante desafío que he tenido que librar entre la vida y la muerte llevando no solo al extremo sino al límite de mis fuerzas y ganas de vivir desde mi nacimiento. La eliminación de las barreras tanto urbanísticas como las actitudinales son las que me hacen una vez más recobrar mis fuerzas y volver una y otra y otra vez a luchar sobre los derechos de las Personas con Discapacidad llevándolo al extremo para llegar al límite y crear una sensibilización y concientización a las personas sin discapacidad, soy un orador motivacional mostrando a las personas que la única y verdadera discapacidad es tener una mala actitud ante la vida, no importa si tienes algún tipo de discapacidad o no, pero si tienes una mala actitud puedes contar que esa puede ser tu discapacidad porque te limita a ir mas allá, porque te limita a ver que más allá en el horizonte, porque te limita a oír y no a escuchar, porque te limita a pensar y tomar las mejores decisiones, porque te limita a ser empático con los demás aun teniendo o no discapacidad. Eso es lo que hace la diferencia entre tener o no una discapacidad de cualquier diagnostico pero tú puedes abarcar todos con un solo comportamiento que es la mala actitud.
Dentro de todo esto que hemos librado en el diario vivir hemos vencido casi todos los niveles académicos nos hemos enfrentado al miedo de poder ser parte integral de un grupo de estudiantes de primaria, secundaria y estudios universitarios, así como librar el desafío de sacar el técnico de ingeniería Industrial en la que se nos retó a que no lo lograríamos pero una vez más hemos vencido la mala actitud de aquellos que no creen que una persona con discapacidad puede llevar al limite su capacidad intelectual y física.